lunes, 26 de octubre de 2009

Ingeniosa Trucha

La entrada a la ciudad se mantiene igual que hace 10 años, la última vez que la visité. El arco en forma de media luna con la frase “Bienvenidos a Ingenio” sigue intacto a pesar de la corrosión de las constantes lluvias. Un viejo cartel del comité de autodefensa del lugar que recuerda los años de la lucha contra Sendero Luminoso, hace saber a los turistas que el paso vehicular solo está permitido entre las 4 de la madrugada y las 10 de la noche. Eso no es tan importante hoy, el centro piscícola cierra sus puertas a las 5 de la tarde así que estoy en hora.
Por Alonso Pahuacho P.

Pareciera ser que la carretera ha sido construida especialmente para que los turistas lleguen hasta el criadero de las truchas y nada más. Uno debe de serpentear una estrecha autopista de doble sentido y subir una cuesta bastante empinada hasta el mismo centro piscícola que se encuentra pasando la ciudad. Allí, está rodeado de restaurantes campestres que ofrecen el platillo especial de la localidad; trucha, pero preparada de mil y una formas: cebiche, tiradito, saltado, a la plancha, frita, etc.

Existen custers que llegan hasta Ingenio desde Huancayo y te dejan en la puerta misma del criadero por la módica suma de 3 soles. Y te bajas en la misma puerta por una sencilla razón: es el último paradero de todo transporte público ya que el terreno se encuentra asfaltado justamente hasta donde se encuentra la entrada a El Ingenio. Más arriba, el camino es de trocha y lo interesante de aventurarse por estos lares es poder encontrar algunos recreos campestres que ofrecen la posibilidad de hacer “pesca deportiva”.

Una gran cantidad de estos restaurantes al paso posee sus propias pozas artesanales donde crían de manera artesanal a las truchas, y le ofrecen al turista la posibilidad de que sea él mismo quien pesque su almuerzo: la trucha que pique el anzuelo es la que te finalmente te fríen y te sirven en el plato. Las cañas de pescar son igual de rudimentarias, hechas con trozos de ramas largas, amarradas con hilo de pescar y de carnada pequeños trozos de carne de trucha porque la verdad es que las truchas son carnívoras.

Un lugar con historia

La oncorhynchus mykiss, más conocida como trucha arco iris, es un pez originario de la Región de río Sacramento, California, en la costa occidental de los Estados Unidos. En 1925, el doctor B.T. Colley y el ingeniero J.F. Mitchell -trabajadores de la Cerro de Pasco Cooper Corporation- fundan en el “Golf Club” de La Oroya el primer criadero artesanal de truchas donde logran producir 50 mil alevinos –peces en estado posterior a la eclosión y anterior a la adultez- que fueron sembrados en el río Tisgho y el lago Junín.

Sin embargo, fue el señor Juan Morales Vivanco el gran promotor de El Ingenio. En 1930, J.F Mitchell le regaló 50 truchas que sembró en el río Chía en una poza artesanal. Las pozas fueron aumentando y el lugar pasó a llamarse “Centro Cooperativo de Piscicultura Junín”. Fue oficializado por el Gobierno a través de la Dirección de Pesca y Caza del Ministerio de Agricultura como una de las principales estaciones piscícolas del país, con el nombre de El Ingenio.

La producción y abastecimiento de ovas y alevinos para el mercado y consumo nacional es quizás la actividad más importante en Ingenio, aunque no la única. También existe un programa social de siembra y resiembra de alevinos que son utilizados para las capacitaciones y estudios que se realizan en el mismo centro, el cual promueve las investigaciones científicas sobre el cultivo de este tipo de peces. Para ello cuentan con un Instituto dentro de sus instalaciones en donde es posible graduarse como “técnico piscicultor” en tan solo 8 meses gracias a un diplomado impartido por profesionales expertos de la región.

Ciclo de la trucha

“Las truchas aptas para la reproducción están en sus estanques máximo hasta 5 años, luego se pasan a otro estanque para la venta, ya dejan de ser reproductoras. El proceso de reproducción se da por campañas; es decir, en cada campaña se da el primer desove de una hembra y así sucesivamente los siguientes años”, comenta Arturo Cuicapusa Rivera, técnico encargado del área de alimentos quien lleva trabajando en Ingenio por casi 15 años.

Los 106 estanques con los que cuenta el centro están divididos en 4 categorías de acuerdo al tamaño del pez: alevinos, juveniles, comerciales y reproductores conformando así un ciclo de vida en forma de círculo que ayuda al proceso de estudio y producción de todas las truchas.

Todo comienza con la reproducción, es decir, cuando nacen los huevos del pescado. Este proceso se hace de forma artificial con la ayuda de los técnicos del centro quienes extraen las ovas y el esperma de cada trucha y verifican que estén en buen estado para la óptima fecundación de la hembra. “Cuando hacen la reproducción, se selecciona tanto hembras como machos. Nosotros mismos hacemos el desove: a las hembras se le extrae del útero las ovas y al macho el esperma; esto se realiza una sola vez al año, ese periodo (la gestación) puede durar 2 o 3 meses y de allí desovan”, añade Cuicapusa.

Los recién nacidos son transportados a incubadoras especiales hasta que finaliza la reabsorción del saco vitelino –estructura embrionaria que produce, transporta nutrientes y oxigeno al embrión- y se convierten en alevinos. Una vez que termina esta etapa, los colocan en estanques especiales con otras truchas de sus mismas características ya que, si no es así, se puede correr el riesgo de que se coman entre ellas dada su naturaleza carnívora.

El siguiente estadio es en el estanque de los juveniles, truchas más grandes y que se encuentran a un paso de la adultez. Una vez llegada a su tamaña máximo, la trucha es colocada en la zona de los reproductores que junta tanto hembras como machos; aquí lo que se busca no es que se reproduzcan entre ellos sino tener en un espacio diferenciado las truchas que están listas para procrear. Como señala Arturo Cuicapusa, luego de 5 desoves de las hembras, todas las truchas de este estanque son pasadas al lugar de comercialización para la venta al mercado nacional.

Mercado Nacional

Aunque Ingenio es conocido en todo el país por su gran historia y ser el centro pionaero en la crianza de truchas en el Perú, nunca han exportado ni un solo pez. Cuicapusa sostiene que su publico consumidor es el mercado local, los mismos restaurantes de comida campestre que hay en la zona y pobladores, tanto del pueblo como los que llegan desde Huancayo. "Vienen, hacen pedidos por kilos, piden a veces 50 ó 60 kilos y les colocamos a las truchas en galoneras especiales que nos traen".

No muy lejos de allí, existe otro centro piscicola que sí exporta a grandes cantidades. Se llama Los Andes y es de propiedad privada; no obstante, carece de un circuito de visitas y funciona hermeticamente alejado de curiosos y extraños. Quizas esta sea la principal diferencia entre Ingenio y los demás: un centro preocupado más por el desarrollo tecnologico y la crianza de truchas para su conservacion que por la venta a gran escala para producir capital. ¿Cuál nos beenficia más? Para el turista la respuesta es más que obvia.



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