sábado, 12 de diciembre de 2009

Cementerio de deportistas






En el Perú, una creencia distinta recorre los campus: las universidades son las tumbas de los deportistas. Pero, ¿Son realmente incompatibles el sudor y los libros?, ¿Qué tan grande es la fosa entre el aspecto académico y el ámbito deportivo? Para desterrar estas interrogantes, El Caleta hizo ‘footing’ hasta las universidades para conversar con los protagonistas.


Richard Araujo (24) cursa el último ciclo de Ingeniería Económica en La Agraria (UNALM)) y cree que haciendo deporte los estudiantes sudamos nuestros problemas. Con su talento en la oficina, él brinda soluciones integrales a empresas y lo hacía también, hasta hace un par de años, en la selección de fútbol de su universidad, con certeros cañonazos que encajaba en los arcos rivales. En el 2006, Richard viajó a Trujillo para participar en las famosas ‘Universiadas’ –los Juegos Nacionales Universitarios que se celebran desde 1936 y que organiza bianualmente la Federación Deportiva Universitaria del Perú (FEDUP)–.


Todo era un desastre. Lo único que nos ofrecieron fue pagarnos el pasaje. La comida corría por nuestra cuenta y recuerdo que los propios jugadores tuvimos que conseguir un auspicio”, confiesa Richard.


Pero ‘faulear’ a los deportistas no parece ser una táctica exclusiva de las universidades nacionales. Víctor Vallejos tiene la edad de Richard, juega también como delantero y cuando ingresó a estudiar ingeniería en ‘La Cato’ ((PUCP),), creía poder tranzar goles por horarios preferenciales u algún otro beneficio.

Hoy, con el ‘mata gente’ que la PUCP aplica a sus deportistas calificados –pues los esfuerzos de su jefatura de deportes se orientan basicamente a masificar el deporte– Víctor confiesa ya no sentirse motivado para vestirse con la camiseta azuldorada de La Cato.


¿Es conveniente entonces ser deportista en la universidad?


En La de Lima (UL), universidad que le arrebató el sexto campeonato consecutivo a La San Marcos ((UNMSM) ) en las últimas Universiadas de Tacna (2008), sí parece un buen negocio. Según su rendimiento, sus deportistas pueden acceder a créditos beca, cómodas instalaciones deportivas y entrenadores de reconocido nivel (similar es la figura en la Richi, URP)


En La San Marcos, en cambio, no parece tan bacán vestirse de corto. Pese a las decenas de estudiantes que son seleccionados nacionales y al profundo orgullo por la universidad que lucen los sanmarquinos en cada competencia, ellos deben conformarse con un dudoso beneficio: la atención preferencial en los comedores universitarios.


“La ley estimula la práctica deportiva, sin embargo, pocas autoridades universitarias entienden que se trata de una actividad que mejora nuestra calidad de vida.”, afirma Víctor Quispe, asesor de la FEDUP y ex Jefe de Deportes de La San Marcos.


Patas de las Sedes Sapientiae (UCSS), me cuentan que ingresaron directo por ser deportistas destacados. No obstante, Eduardo Ramírez Lenci, Presidente de la FEDUP, cree que no es suficiente dar ingresos directos a los deportistas:


“Los deportistas de alta competencia deben tener un profesor consejero en la universidad que los ayude a planificar su avance curricular”, afirma Lenci.



¿Es posible entonces romperla en las canchas y a la vez en las aulas?


  Enrique Varsi. Profesor de Derecho y Triatleta.

Creo que debemos distinguir hasta cuatro niveles: los atletas olímpicos, los atletas bolivarianos, los deportistas de las Universiadas y los que, simplemente, lo hacen por deporte, pues todos ellos requieren preparaciones distintas.


Las recientes participaciones olímpicas en Beijing (2008) de la pesista Cristina Cornejo (23), diplomada de educación en la universidad Sedes Sapientiae, y el luchador grecorromano Sixto Barrera (24), estudiante de Educación Física en La San Marcos, pueden cantarnos la engañosa arenga de que “¡Sí se puede!”.

Parece que hay un efecto dominó:


  • 1. Las universidades peruanas no promueven una verdadera cultura deportiva (pese a lo que reza la ley 28036).


  • 2. Las universidades no planifican políticas deportivas: beneficios, infraestructura, prioridades académicos.


  • 3. Es difícil (no imposible) ser un buen estudiante y, a la vez, un deportista destacado.

Claro que algunas universidades se las ingenian para alcanzarles beneficios a sus deportistas y eso es chévere. No obstante, El Caleta cree que en el imaginario de las autoridades universitarias, el deporte –tanto a nivel recreativo como a nivel competitivo– sigue siendo una piedra en la carrera, un estorbo antes que un complemento ideal para los estudios.


Mientras no se destierre este estereotipo, las Cristinas y los Sixtos serán rarezas, inusuales sobrevivientes en campus donde prometedores talentos guardan, prematuramente, sus uniformes deportivos en el casillero del pasado.


¿Tu qué piensas?











miércoles, 9 de diciembre de 2009

“La política exterior de este gobierno es un disparate”

Por: Claudia Fernández

Para el sociólogo y analista político Carlos Reyna, las relaciones entre los países de América Latina pueden verse deterioradas por temas de espionaje y armamentismo. Sostiene que hay problemas como la corrupción y la falta de moral en las Fuerzas Armadas. En torno a las relaciones con los demás países de la región, afirma que el Perú está aislado, al igual que Colombia, debido al mal manejo de este gobierno en política exterior. Indica también que la marcada doctrina militarista de Chile preocupa.

¿Cuáles serían las razones por las que Chile nos ha espiado?
En esta época la principal arma de combate tiene que ver con los aviones de guerra. La fuerza aérea es la gran arma contemporánea, también las armas aéreas y los misiles, pero mientras más se tensan las relaciones, la información es clave. Sin embargo, hay que reconocer que este tema de los espías es una vieja necesidad de los estados en relación a sus potenciales adversarios.


¿Cree que a raíz de este tema Chile caiga en repudio frente a la comunidad internacional?
Más bien por el tema del armamentismo hay preocupación, no solo con Chile sino con países de América Latina como Venezuela. La compra exagerada de armamento genera una reacción en cadena. Por ejemplo, Bolivia acaba de decidir por 100 millones de dólares en compras de armas. Lo del espía viene a ser un detalle que refuerza algo más importante: el armamentismo.

¿Cómo ve el desempeño de la FAP? Se dice que lo del espía ya se sabía…
Nuestros comandos no son de la calidad que debieran ser. No solo es el tema profesional sino el de la moral dentro de los institutos armados. Hay mucho relajo y conductas discutibles en los altos mandos. La moral de un soldado debe ser alta porque trabaja en temas críticos como el manejo de información reservada; ello para que no se la venden a privados como los de Business Track o a otros estados, como el caso del suboficial Víctor Ariza.

¿Es un tema de moral, entonces?
Y no me refiero únicamente a la moral en el manejo de recursos de la institución sino a la mística, a la convicción y principios que deben tener estos oficiales, porque su trabajo es una combinación de riesgo y compromiso muy fuerte. En ese aspecto la institucionalidad de las Fuerzas Armadas no está bien.

A diferencia de otros países…
Seguro que en otros países también hay problemas de este tipo. Pero en el Perú es particularmente delicado porque hemos tenido experiencias recientes de corrupción en ambientes militares que no se han superado. Siguen existiendo problemas graves: hay generales implicados en temas de tráfico de gasolina, irregularidades en adquisiciones, etc.

¿Por qué ocurre eso?
Desde que entra a la escuela de oficiales al soldado se le dice que tiene que renunciar a su dignidad: lo bautizan haciéndolo comer tierra, rampar entre excremento, le dan castigos físicos, y si se queja, le dicen maricón; le hacen perder el honor y la dignidad. Luego, ese oficial será sometido a situaciones donde tendrá que probar su dignidad, cuando ya se la han destruido, ya sea por los malos ejemplos de sus jefes o por los abusos que cometieron contra él. Además, ahora se cree que todo en el Perú es mercancía y se dice que uno debe salir adelante sin criterio moral.

¿Qué pasó en el caso de Punta Arenas, cuando Chile espió a Argentina en el 2007?
Chile dio las satisfacciones del caso y Argentina protestó. Pero, además, el espionaje y el armamentismo deterioran un proceso importante que venía dándose: la convergencia de los países sudamericanos en un espacio común como la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur.

¿Cómo así?
Unasur ya había tenido un papel importante en resolver crisis en la región: por ejemplo, la de Colombia y Ecuador a raíz de la incursión de tropas colombianas en suelo ecuatoriano por el tema de las FARC; luego intervino en la crisis interna de Bolivia, en el conflicto entre Evo Morales y cierto grupo de Santa Cruz. Unasur estaba creciendo en su legitimidad, pero estos problemas, el armamentismo en particular, generan un clima de desconfianza. Los países suramericanos necesitan un espacio de convergencia que equilibre la gran diferencia de peso, influencia y poder que hay con Estados Unidos. Unasur puede resguardar en algo el tema de la soberanía de nuestros países frente a una presencia como la de los EE.UU.

¿Cómo ve las relaciones con Chile de aquí en adelante?
Preocupan las marcadas corrientes de los sectores militaristas de Chile. En torno al diferendo con Chile, ¿qué haría Chile en caso de perder el juicio? ¿Qué pasaría si desconoce el fallo de La Haya? Preocupa lo del armamentismo: ellos tienen la doctrina de que su poder militar tiene que ser proporcional a su poder económico. Además, los últimos gobiernos del Perú han hecho cosas que han afectado la soberanía nacional y seguridad.

Por ejemplo…
Ser serviles y sumisos con el Gobierno de Estados Unidos: el Perú se ofreció a ser el aliado de EE.UU. en América Latina y promover una alianza entre México, Colombia, Perú y Chile. García le llamaba el ´arco del Pacifico´, para oponerse a un bloque supuestamente chavista formado por Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y hasta Brasil. Pero esa política ha llevado a aislar al Perú: el Perú está igualito que Colombia. Por ejemplo, nunca tuvimos este nivel de pelea con Bolivia, ¡jamás! Y ahora, ¿quién es amigo de Alan? Realmente, es un disparate completo la política exterior de este gobierno.

¿Pero en eso Chávez no ha metido su cuchara? ¿No ha provocado eso con sus declaraciones?
Un gobernante sensato mantiene discreción. Chávez es boca floja con todo el mundo pero, a ver, ¿qué hace Lula? No le hace el mayor caso; Bachelet, tampoco. A pesar de que se pelea con Chávez, García es el presidente de América Latina que más se parece a Chávez. Además, está la manera como conduce el Gabinete: el señor Rafael Rey puede ser ministro de cualquier cosa, menos de Defensa. Un ministro de Defensa es el más frio, cerebral, capaz de controlar sus emociones. No podemos tener un ministro de Defensa que se cree canciller y que habla como un loro.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Los abogados del diablo

En cada partido, un barrista debe lidiar con dos enemigos. Al frente, en la otra tribuna, los encarnizados rivales del equipo contrario provocan con cánticos ensordecedores y pifias humillantes. Una vez afuera –y antes del partido incluso- los barristas están expuestos al control policial que casi siempre hace bien su trabajo: atrapan a un par en cada partido. ¿Quién los ayuda?, ¿Quién los defiende? Esta es una historia detrás del espejo. De aquellos juristas que prefieren patrocinar a un ‘Bolón’, a un ‘Juancho’ o a un ‘Gordo’ sin importarles el qué dirán y de los policías ‘amistosos’ que prefieren hacerse los ciegos a cambio de una generosa contribución.

- Arregla de una vez ‘gordo’, vas a perder- dijo César.

- ¿Cuánto tiempo me queda para que me pasen al otro lado?- preguntó sin demostrar miedo el barrista.

Estaban en la comisaría de Pueblo Libre, rodeados de dos policías que trataban de escuchar su conversación a toda costa. Una hora antes, el ‘gordo’ había caído a manos de 3 efectivos de serenazgo que realizaban su ronda nocturna de rutina: lo habían atrapado realizando tiros al aire en plena calle. El barrista, descubierto en plena falta, no pudo replicar mucho en su defensa: lo encontraron ebrio, mal vestido y sin documentos. Había estado en una celebración callejera con algunos barristas más, festejando en medio de un mar de alcohol la victoria del Alianza Lima.

- ¿Cómo es jefe?- preguntó César al policía que se encontraba al lado.

La situación se tornaba peligrosa ya que el ‘gordo’ había llegado hasta la comisaría. En una redada, lo normal para barristas y policías es que arreglen ahí mismo, antes de que lo levanten hasta la comisaría. El arreglo varía de acuerdo al delito por el que se le ha detenido y va desde 50 soles por robar un celular hasta 1000 soles por delito de lesión leve o tenencia ilegal de armas. Estás tres situaciones son los delitos más frecuentes que se le imputan a los barristas. El homicidio es muy raro, pero a veces ocurre.

- Por el arma, no va a ser barato- contestó el gordo agente policial, frotándose los dedos en la típica señal universal para referirse al dinero.

Resignado, en una celda estrecha y de olor nauseabundo, el ‘gordo’ tuvo que arreglar. Barrista experimentado a sus 31 años, estaba a punto de terminar sus estudios de ingeniería en la universidad Garcilazo. La coima, que ascendió a 1000 soles, lo dejó sin dinero para pagar un ciclo más de universidad.

Malos elementos

“Los que caen en batidas son los chiquillos, aunque no siempre. Sin embargo, es sabido que en el 85% de los casos se soluciona ‘al momento’ con la policía mientras que el otro 15% a veces se complica más y llegan a ser detenidos”, comenta JD, joven abogado de la universidad católica que prefiere mantenerse en el anonimato debido a posibles represalias de barristas enemigos. Él ha tenido y visto de cerca muchos casos en los que estaban involucrados sus amigos de la tribuna.

La detención de un barrista involucrado en alguno de los delitos antes mencionados –robo agravado, tenencia ilegal de arma o lesiones leves- forma parte de un proceso que funciona a modo de cadena: hay pasos que se van dando conforme se ‘arregle’ o no.

Lo primero que se hace una vez detenido el presunto delincuente es llevarlo a la comisaría. Como no se puede detener ninguna persona por más de 24 horas sin encontrar pruebas, lo que hacen muchos malos elementos de la policía es sembrarle droga. Según explica JD, lo hacen para “poder retenerlo más tiempo ya que los únicos delitos que permiten dejar encerrado a alguien son los de terrorismo y tráfico ilícito de drogas”. Así, la policía cuenta hasta con 15 días para realizar su investigación en busca de pruebas, de lo contrario el barrista sale libre.

Luego, si es que existen indicios de culpabilidad, es trasladado a la fiscalía. El fiscal decide si el implicado tiene o no suficientes pruebas en su contra como para pasar al último eslabón de la cadena: ver al juez. Es el juez quien, basándose en las pruebas, determina si se le abre instrucción o se archiva el caso.

Relaciones legales e ilegales

¿Cómo es que algunos abogados arriesgan su prestigio defendiendo causas casi indefendibles? ¿Cómo llegan a patrocinar a un barrista arrestado con muchas pruebas en contra? La situación es más sencilla de lo que parece: el barrista –o la familia- contrata a abogados conocidos, muchas veces amigos del barrio o incluso ex barristas que decidieron cambiar las piedras de los ‘guerreros’ (enfrentamiento entre barras bravas) por los libros.

César Peña, quien también ha apoyado a muchos barristas –entre ellos el ‘gordo’- afirma que lo hace ad honorem ya que en muchas ocasiones los barristas son de condición humilde y sin recursos económicos para solventar su defensa. No obstante, como bien apunta JD, en esos casos son los barrios los que apoyan y hasta realizan colectas a favor del miembro caído, que sirven para pagar al abogado –si es que cobra- o para su comida mientras esté tras las rejas.

A pesar de los actuales esfuerzos del Ministerio del Interior por controlar a las barras bravas, es evidente que la policía no asume su verdadero papel y les tiran la pelota a los clubes, argumentando que deben empadronarlos. Tanto César como JD coinciden en que se debería fiscalizar primero a la policía, ya que según los abogados es en los propios policías donde empieza la cadena de corrupción que desde hace muchos años ha existido entre ellos y las barras.

Mientras los barristas sigan sabiendo de que con un poco de dinero van a poder comprar su libertad, van a continuar con los disturbios de siempre. Una historia poco conocida en las afueras, pero que es lugar común en la idiosincrasia de barristas y policías. Una relación de mutua necesidad: barristas que necesitan carta libre para delinquir y malos elementos policiales que quieren dinero fácil a cambio de hacerse de la vista gorda.

Desde afuera

Por: Gonzalo Silva Infante


Era el segundo año que se entregaba este premio en el que se reconoce la simpatía de los geek y los no tan por sus blogs favoritos. La cita era en el Centro de Convenciones del María Angola, justo al frente del hotel de 4 estrellas, a las 7 de la noche. Ese fue el error. Siendo viernes no se puede programar un evento, que resultó ser tan solicitado a esa hora, que es punta, que es cuando los chicos de saco y corbata, y las chicas en sastre salen de las oficinas a disfrutar del happy tour. Entonces, tráfico insoportable, de los peores que hay en Lima.

Para llegar a la avenida La Paz se puede entrar por Benavides, o sea, tráfico; llegar por Larco, más tráfico; encima con calles medio rotas todavía era imposible llegar a la hora. Resultado: decenas de personas en la puerta del CC preguntándose por qué están afuera, si están nominados, si acaban de ganar (¡!). Eran 20 premios, 60 nominados, 20 ganadores, pero habían 6 nominados en la calle y 3 ganadores que eran aplaudidos por los otros bloggers. "Estos son aplausos sinceros", decían los que no entraron. "Gracias, gracias" decía un calvo blogger, ganador de la categoría empresa, con su blog ‘Haga Negocio’.

Sin embargo, aunque ya casi resignados, todavía buscaban entrar. Claro que no necesitaban preguntarse quiénes eran los ganadores. Si son bloggers, también son twitteros; en consecuencia, los BluckBerry estaban a la orden del día. Entre otros, Diego Peralta, uno de los nominados en la categoría blog personal, tomaba una foto con su sofisticado gadget y sin perder el tiempo lo colgaba en su cuenta de Twitter. "Veo que aplicas lo que nos enseñas", intenté sorprenderlo. No hubo respuesta. Emocionado por poder comunicarse aun en la calle me empezó a enseñar lo que posteaban los otros usuarios, como Jacqueline Fowks. Ahora los profes míos se reúnen en la red y poco en las abandonadas salas de profesores.

Interrumpe su clase práctica personalizada de Periodismo Multimedia para contestar su teléfono celular y decirle a su interlocutor, siempre emocionado, que afuera la gente pugnaba por entrar y que ya había colgado la escena en el Twitter. Contaba que había perdido en su categoría, también, pero la risa no se borraba, qué importaba el premio si él, que es periodista, pero de las nuevas tecnologías, ya había logrado informar, antes que nadie, de la congestión en los 20 blogs.

Uno de los bloggers más representativos, ganador en su categoría, por cierto, era Fernando Tuesta-Soldevilla, quien con ‘Polítika’ ganó en la categoría actualidad. El director del IOP de la PUCP estaba en la puerta, pegadito al vidrio, buscando entrar, aunque sea para salir en la foto de los ganadores. "Tómale foto a él, que es Tuesta-Soldevilla y ha ganado" me reclamaban unas voces. Yo asentía y hacía caso, desde luego.

La estrella, siempre anónima, como cualquier blogger, fue una flaca que sacó su cuaderno, una hoja en blanco y escribió una verdad: "También somos bloggers". Levantó el improvisado cartel y todos los BlackBerry empezaron a disparar, los celulares de última generación hacían lo mismo, algunos con flash incluido, Yo tampoco dudé en dispara unas cuantas veces.

Al final, con los premios entregados, los que se quedaron afuera tuvieron que conformarse con los brazaletes, que les aseguraba la entrada al tono post-blog, en el Barza Extreme. Ahí, reunidos ganadores y perdedores, seguro habrán comentado sus próximas entradas y los comentarios de sus incondicionales, quienes votaron por ellos, a quienes se deben.

La inminencia de la realidad

Por: Gonzalo Silva Infante


El trabajo infantil se ha convertido en algo tan cotidiano en nuestra ciudad que ya lo vemos como algo normal y no se hace una reflexión acerca de la realidad que los niños tienen que atravesar para poder obtener algún beneficio económico. Algunos lo hacen para poder ayudar en la canasta familiar; otros, para obtener una independencia que los aleje de los problemas familiares, pero que los atraiga, casi inevitablemente, a un mundo más duro, el de las drogas y el de la calle

En muchas de las esquinas de Lima, como en muchas otras de Latinoamérica, es muy común encontrarse con un niño que se detiene a limpiar las lunas de algún carro, otros ofreciendo productos golosinarios, otros simplemente pidiendo diez céntimos para poder comprar un pan.
La realidad de los niños trabajadores es inminente en esta sociedad y es algo que muchos de nosotros ignoramos. Que un ciudadano, que tiene que llegar a tiempo al trabajo para que no lo despidan, porque el trabajo no sobra en este país, es, aunque no debiera, entendible, pero que el Estado, que tiene que velar por el bienestar de sus ciudadanos no lo haga, eso sí que no debe pasar inadvertido.

En el Perú existe una ley que vela por el trabajo de las mujeres y de los menores. Esta ley está dada desde 1918. Por su parte, en el Código Civil de nuestro país está explícito que los niños cronológicamente llegan hasta 12 años, y que desde esta edad hasta los 18 son adolescentes. Dice que estas personas, al ser consideradas menores, no pueden ni deben trabajar bajo ninguna circunstancia. En el caso de los adolescentes, estos pueden trabajar, pero en actividades que no atenten contra su seguridad. Así es que considera ciertos trabajos como peligrosos y que puedan ser nocivos para su salud, y desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social.

El abogado especialista en Derecho Laboral, Javier Neves, dice que los considerados adolescentes pueden trabajar, pero aprendiendo oficios de sus padres o algún familiar cercano. "Que aprendan el oficio de la carpintería, por ejemplo, no es prohibido, pero siempre fuera de su horario de clases, que es algo que se siempre se tiene que respetar. Evidentemente el beneficio económico no es directo para estos niños, sino que se da por el hecho de generar mayor capital humano para la familia y que esta, en su conjunto, se pueda beneficiar del trabajo ejecutado por el aprendiz".

Sin embargo, nuestra realidad socio-económica no permite que estas leyes se cumplan, muy aparte de que no existan entes reguladores que tengan entre sus prioridades el trabajo de menores, por el hecho de que este sea ilegal. Si una empresa contrata a algún menor, el Ministerio del Trabajo los censuraría, pero si estos niños salen a trabajar a las calles –algunos con trajes de escolar incluso- a quién se le puede "clausurar el local" o "quitar la licencia".

Hace tres décadas, aproximadamente, se empezó a dar la necesidad de que las mujeres salgan a trabajar, pues el dinero que el hombre de la casa traía ya no era suficiente. Esto trajo consecuencias positivas: Se empezó a dar una igualdad entre hombres y mujeres, y estas empezaron a gozar de mayor independencia. Con el paso del tiempo y con la necesidad de obtener más dinero para las arcas familiares se pensó que los niños también podrían salir a trabajar en busca de un mayor ingreso económico. Las consecuencias, evidentemente, no han sido positivas. La deserción escolar y la entrada al mundo de las drogas y el alcohol han sido las principales consecuencias del ingreso al mundo laboral por parte de los menores.

Estos casos se dan porque los niños, al contar con su propio dinero, empiezan a gozar de una independencia que no tenían antes. Se dan cuenta de que pueden valerse por sí mismos y de que más producen estando fuera de las aulas que dentro de estas. Están los casos, también, de padres que mandan a sus hijos a trabajar por el simple hecho de explotarlos. Son estos los más propensos a caer en el mundo de las drogas, probablemente por la destruida concepción de lo que puede ser un hogar.

SUPUESTAS MEDIDAS PARA ERRADICAR EL TRABAJO INFANTIL

La OIT está en permanente búsqueda de esta realidad, que nos dice que de cada cuatro niños en el Perú, uno de ellos tiene la necesidad de trabajar para ayudar en la economía familiar. El objetivo del programa que ha creado la OIT es que se llegue a la abolición efectiva del trabajo de los niños, pero, ¿cómo se podría lograr esto?

Una medida es la elevación progresiva de la edad mínima para poder trabajar. Se ha puesto como base los 14 años; es decir, a partir de esta edad los niños pueden acceder a puestos de trabajo, siempre, claro está, en espacios en los que no se ponga en riesgo su seguridad en ninguno de los aspectos. Se piensa que poco a poco se puede ir aumentando la edad mínima para acceder al trabajo, pero está claro que la situación no se puede resolver de una manera tan sencilla.

Las situaciones contra las que trata de luchar la OIT son las condiciones en las que se ven involucrados los niños al momento de salir a trabajar: remuneración de solo el 15 al 30% en el mejor de los casos con respecto al sueldo mínimo; es decir, de 60 a 120 soles como máximos por jornadas laborales que van de 10 a 15 horas diarias, además de los mencionados riesgos a los que se ven expuestos al tener que salir a trabajar.

Por otro lado, según Ana Rosa Velásquez, presidenta del Comité para la Prevención y Erradicación del Trabajo Juvenil, la lucha contra el trabajo infantil está dando resultados en el Perú gracias a la creación del Plan Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil, aprobado en 2005.

LOS PROTAGONISTAS

Son más de dos millones los jóvenes que tienen que trabajar y de este total el 61% tiene entre 6 y 13 años; es decir, están en la edad en la que, según la lay, no tienen, bajo ninguna circunstancia, porqué trabajar.

Pero estos niños son concientes de que no pueden dejar de trabajar pues, en muchos casos, familias enteras dependen de su trabajo. Saben, además, que el Estado no está realizando las labores adecuadas para una mejora. No buscan, los niños, que se erradique el trabajo infantil, pero sí que se les brinde las condiciones idóneas para que su esfuerzo tenga una mejor recompensa.

Pedro Mendoza tiene nueve años y trabaja en Miraflores. En las mañanas va al colegio y luego se para en las esquinas de dicho distrito, junto con otros niños, para ofrecerle servicio de limpieza a las lunas de los autos que por ahí se detienen. "Yo trabajo porque el trabajo de mi mamá no alcanza. Con lo que gano ayudo en mi casa y me puedo comprar mi ropa". Pedro también cuenta que desde febrero de este año a los niños que trabajan en Miraflores los querían sacar de sus lugares. "Nos botaban, nos decían que no estemos ahí. El Serenazgo y la Policía nos sacaban". Este no es otro que el plan del Gobierno para erradicar el trabajo infantil a causa de las cumbres que se han dado en nuestra capital. Se buscaba darle una mejor imagen a la ciudad, libre de niños que se acercan a mendigar.

John Casavilca es un vendedor ambulante. Su lugar es la avenida Abancay. Él ya tiene 25 años y hace no muchos también fue un niño trabajador. Conoce la realidad desde adentro y desde esta perspectiva cuenta la situación de los niños trabajadores. "Algunos de esos niños trabajan porque realmente tiene que ayudar en sus casas. Muchos de ellos tienen a sus padres trabajando acá también. Pero existe lo otro también: esos chicos que no tienen casa, que realmente viven en las calles. Muchos de ellos han abandonado sus casas por malos tratos, porque sus padres son alcohólicos o porque los explotaban. Acá empezaron a tener algo de dinero y he visto a muchos chicos que se empezaron a juntar con malas personas y ahora están metidos en drogas, en alcohol. Varios de mis amigos de niño están así, y va a seguir pasando. A Dios gracias yo sí estoy saliendo adelante, pero no deja de ser duro".

LA AYUDA CONCRETA: ANAHÍ CAMERO Y SU ASOCIACIÓN NIÑOS DEL RÍO

La Asociación Niños del Río nació hace aproximadamente 8 años. Anahí Camero, una de las encargadas de este proyecto, aclara que su trabajo está diametralmente opuesto al asistencialismo, que esta situación es lo que permite que los niños sigan estando en las calles y no busquen estudiar.

La asociación se financia con ayuda privada, principalmente de entidades francesas, pero no cuenta con ningún tipo de ayuda del Estado. "A veces se organizan reuniones entre grupos de este tipo. Van ONGs y otras entidades privadas. Es organizado por el Ministerio de la Mujer, pero en esos debates se ve una lucha de egos. Todos buscan mostrar lo que han hecho mas no plantean soluciones concretas. Al final todos se terminan peleando y no se llega a nada". La lucha de egos se da porque al obtener mejores resultados ese grupo se perfila como el principal candidato a los beneficios que se les podría dar para continuar con sus labores.

El trabajo de voluntariado que realiza Asociación Niños del Río es promover el entretenimiento de los niños, que es uno de sus principales derechos, el de la recreación y que muchos no tienen, justamente, por tener que trabajar. Así, ellos llegan a sus lugares de trabajo con pelotas, juegos de mesa y mediante el entretenimiento buscan acercarse a ellos y conversar, que es mucho de lo que ellos necesitan.

"Al principio es difícil acercarse. Ven que otras instituciones les dan muchas cosas y que nosotros no les ofrecemos comida ni dinero. Le decimos que si quieren plata, pues que busquen los medios y que para eso tienen que trabajar. Nosotros no estamos en contra del trabajo infantil, pero sí apoyamos y promovemos un trabajo justo, con el control de una cantidad de horas determinadas porque es cuando más tiempo están fuera de sus casas que se corre más riegos de caer en vicios", cuenta Anahí a propósito de su trabajo de voluntariado.

Se acercan épocas de navidad, las calles se empiezan a llenar de persona apuradas en busca del regalo perfecto y, con ellos, los niños de la calle encuentran el mejor momento del año: época de chocolatadas, de mejores propias, de solidaridad, de ese espíritu navideño, que es de los niños y que los de la calle saben aprovecharlo. "La época de navidad nos derrumba todo el trabajo. Nosotros buscamos que estos niños entren a las casas del INABIF, muchos de ellos aceptan, pero cuando es navidad se escapan de las casas porque saben que afuera la pasan menor que estando adentro".

La situación de los niños trabajadores es una realidad palpable a la que muchos no le hacen caso. A pesar de los progresos en la macroeconomía, la cantidad de menores en las calles que trabajan, que se drogan, que dejan el colegio, que dejan de pensar en su futuro es alarmante. Más preocupante aun es la poca iniciativa del Estado que solo se ha dedicado a firmar tratados, entre ellos el TLC (que tiene como requisito la no explotación de los niños, que estos no tengan que trabajar, de ahí esa idea de ‘limpiarle’ la cara a la ciudad para la época de las cumbres), que promueven la abolición del trabajo de los menores, pero más allá de eso no se ha tomado acciones concretas.

El marco legal no se respeta, lamentablemente. Sin embargo, sí existen entidades, siempre privadas y financiadas por otras empresas (extranjeras) que buscan un cambio. Ojalá sigan en aumento en una relación inversamente proporcional al trabajo de los niños y jóvenes del Perú.

Un chorrillano que quiere crecer

Por: Gonzalo Silva Infante


No era el primer tono con motivos artísticos que se realizaba en esa casona chorrillana donde se grabó la noventera serie ‘Los Choches’. Esas fiestas con ‘intervenciones’, con seudo poetas que deambulan en el anonimato, entre cervezas y tronchos, típico de los chicos PUCP. Pero podría o pudo ser la última.

Esa casa tiene problemas con la Municipalidad. Parece algo así como que la dueña no es la dueña, pero es la que la alquiló a los organizadores por 800 soles, nadie sabe. A pesar de todo y con otras trabas, como tener que "bajar" un dinero si Serenazgo hacía su aparición para pedir autorización (sugerencia del propio alcalde chorrillano), se llevó a cabo el "Primer Chorrillano Maldito".

"No queremos ganar plata (…) Ya, a lo mucho quedará unos 100 ó 200 soles para cada uno, pero la idea es generar un precedente para el Segundo Chorrillano Maldito, que sería en la bajada de Agua Dulce, donde fue el carnaval de Barranco de este año. Pensamos meter a 7 mil personas en ese tono", cuenta Javier Salvador, estudiante de Comunicación para el Desarrollo y uno de los organizadores del evento.

Parte de la idea era juntar víveres y formar, con ellos, una escultura, una ‘intervención’ más, influencia del arte pop, de papá Warhol. Al final del tono esas donaciones serían entregadas a los comedores populares del tradicional distrito, pero no se registraron donaciones. Tampoco se cumplió con el canje de la entrada por una botella de cerveza, que era hasta la una –así decía en el flyer promocional-, sino que se redujo hasta solo las 12. Que haya llegado 12:05 hizo que comprobara esta situación. "Mejor, porque la chela que nos dieron estaba caliente y nos dijeron que la helada era para los que habían pagado in situ", me dijo una de las asistentes.

Aunque no se cumplió con parte de lo prometido, el Primer Chorrillano Maldito se desarrolló sin mayores problemas. Típico que solo la zona con artistas, con presentaciones en vivo y a espacio abierto estuviera más llena que la zona electrónica, que por momentos lució vacía. Sin embargo, con las llamadas por los parlantes, poco a poco, la ausencia del espacio fue llenada por los asistentes, que empezaron a disfrutar de un buen DJ.

Esos mismos artistas, que no permanecían más de media hora en escena, no realizaban labores de filantropía. Cobraban y está bien que lo hayan hecho porque su música estuvo buena. Aunque muchos puedan diferir del estilo, difícilmente podrán decir que no hubo entrega en el reducido y arrinconado escenario.

Los pintores artísticos de paredes estuvieron desde la mañana realizando su trabajo. A las 11 de la mañana fue la cita y a partir de ese momento llegaron con sus ropas manchadas, pero limpias; muchos con barbas, puchos o tronchitos y a realizar la chamba. El trabajo se proyectó hasta el mismo momento de la fiesta, en la que se le daba toques finales a las autorizadas paredes para ser intervenidas.

Se proyectó, eso sí, hasta las 5 de la mañana. Se llenó y la gente disfrutaba con cada presentación, en conversaciones entre ellos, con bailes sin parejas, solo moverse al ritmo de la música, la que sea, y disfrutar de la fiesta.

Vuelve los núcleos ejecutores de la mano del FONCODES

Por Gonzalo Silva Infante


En su discurso presidencial del 28 de julio, el presidente Alan García Pérez retomó una iniciativa que se empezó a dar a mediados de los años 90: los núcleos ejecutores. La legalidad de este programa, al haber sido llevado a la práctica años anteriores –con éxito en algunos casos y problemas en otros- , está asegurada; sin embargo, existen riesgos que aún se puede correr.

El éxito, por un lado, se ha dado bajo ciertas condiciones mínimas, como reglas claras de rendición de cuentas y control, así como supervisión conjunta entre la población y las entidades públicas involucradas. Cuando no se dieron estas circunstancias, el problema de viabilidad, por más legal que sea, será muy latente.

Como todo tema polémico las opiniones están divididas con respecto a esta situación. Para algunos, como Gustavo Guerra-García, economista de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, el principal riesgo es la calidad de personal debido al mecanismo de selección y contratación.

Por otro lado, la fragmentación de la inversión, dice, solo priorizaría cosas pequeñas y no los grandes programa estratégicos. En este sentido coincide el economista y consultor en proyectos de inversión, gestión y políticas públicas Miguel Prialé, para quien los núcleos ejecutores son una herramienta para que la inversión llegue a las minorías. Sin embargo, piensa que el mejor camino es la construcción de carreteras, posibilidad de agua potable, entre otras cosas, lo que ayudaría al desarrollo de los más necesitados.

Pero en todo este contexto de discusión sobre la viabilidad o no de los núcleos ejecutores, surge el principal problema para el Gobierno en su ejecución: la designación de FONCODES como administrador de este dinero, más aún cuando es Carlos Arana, un militante aprista muy cuestionado, quien dirige este sector, en quien se encargaría una fuerte suma de dinero (alrededor de 100 mil nuevos soles).

FONCODES carga la cruz de ser una de las entidades más centralistas en los 90, lo que contradice el deseo de los núcleos ejecutores, que es el de buscar la descentralización del dinero destinado a la ejecución de obras a nivel nacional, sobre todo las que los mismos pobladores creen necesarias para el desarrollo de su comunidad.

Sin embargo, para el abogado e investigador en el tema de descentralización Johny Zas Friz, la situación de FONCODES y de los núcleos ejecutores es muy distinta a la de los años 90, por lo que se tendría que ver en qué contexto se encuentran las capacidades técnicas y de control. Sin esto se correría un gran riesgo de caer en corrupción y oportunismo para coger una parte del dinero destinado a una obra. La calidad en las técnicas y el control, señala Zas Friz, se conocerá muy pronto y con esto se determinará si es idóneo aplicar esta forma de distribución del dinero de todos los peruanos.

Aún no han pasado dos meses desde que el Presidente hizo el anuncio y ya se viene cuestionando mucho la viabilidad de este proyecto. Los antecedentes muestran éxito, pero solo en algunos casos y con una política de control total –lo que debería ser extensivo a todas las acciones del Estado-, pero el tiempo determinará si puede funcionar o no estas nuevas formas de distribución del dinero de todos.