lunes, 16 de noviembre de 2009

Esa marca es… “Tacachando”

“Nos negaron la licencia porque no conocen la realidad de la palabra”

Por: Ronald Cotaquispe


Aldo Díaz Sinarahua tiene tres facetas en su vida, unas más conocidas que otras. Por las tardes, en un edificio de Miraflores, realiza trabajos de producción y edición de audio y video; mientras que los sábados por la noche es locutor en el programa ‘El show de los sueños’, que conduce Gisela Valcárcel.

Y finalmente está su faceta como empresario, que ha recibido un revés por culpa de Indecopi, que se ha negado a aceptar la solicitud de Aldo para patentar la marca de su franquicia de comida rápida: “Tacachando”.

Aldo empezó el proceso en setiembre del 2008, y tras un año de engorrosos trámites y el pago de más de 800 soles, le llegó la notificación con la negativa. Él actualmente ha dejado el tema un poco de lado, y prefiere concentrar sus esfuerzos en sacar adelante su franquicia aún sin la venia de Indecopi.

Aldo es conocido como “El Negro” en el edificio de Miraflores en donde trabaja, y debido a que es oriundo de la selva, es bastante campechano en su forma de hablar y expresarse.

−A ver, compadre, ¿cómo es el tema? Cuéntame−me dice.

−Me enteré que usted trató de registrar una marca en Indecopi, pero que al final le negaron la solicitud. ¿Por qué?−pregunto.

−Mira, te voy a explicar más o menos cómo fue la cosa. Mi madre es de la selva y prepara Juanes y todo. Vinimos a Lima y la forma de vida que tuvimos fue de comerciantes. La idea que se nos ocurrió a la nueva generación fue mejorar el asunto, meterle reingeniería y así consolidar esa tradición. Entonces pensamos: ¿por qué no sacamos una marca? Y sacamos “Tacachando”. Nos presentamos ante Indecopi y absurdamente nos dicen que no pueden registrar esa marca. Hemos apelado y toda una serie de cosas, pero este país es así.

−¿Por qué razón les dijeron que no podían registrar la marca?−pregunto.

−Por un tema de honorabilidad, respeto al pudor y todo lo demás, lo que me parece una estupidez, hermano. “Tacachando” es la acción de moler el plátano para preparar la comida. Pero los huachafos de este país, sólo porque están en un escritorio, creen que pueden negarte la licencia sin ningún tipo de criterio. Nos negaron la licencia porque no conocen la realidad de la palabra. La gente de la selva sabe lo que es tacacho, lo que es tacachar. Son palabras naturales ahí. Pero eso no lo entienden en un país huachafo.

−¿Pero ustedes escogieron ponerle “Tacachando” a su marca porque la palabra significaba moler el plátano o porque podía ser entendida como el acto sexual?

−Mira, nosotros somos publicistas de profesión, y esto no se ha creado de la nada, hemos hecho tests con la gente a la que nos dirigíamos. La gente se mataba de risa con el nombre. Se ha hecho un estudio para el nombre, no es una simple ocurrencia. Hemos estado en dos tiendas en Gamarra. Era una locura, la gente entraba sólo porque les daba risa el nombre y luego se sorprendían porque la comida era buena.

−¿Entonces sí buscaron que “Tacachando” se entendiese con ese doble sentido?

−Para nosotros, que somos de la selva, es natural usar esos términos. Que el resto lo interprete de otra manera es ya un problema de cada quien. Toda la gente que no es de la selva tiene el anhelo de ir para allá alguna vez y levantarse a una hembrita. Tú sabes si eres morboso o no. No ha habido una intencionalidad nuestra de que haya un doble sentido. La gente lo interpreta como quiere interpretarlo, y si eso es un beneficio para que la empresa crezca, bienvenido sea.

El futuro de “Tacachando”
Las decisiones de Indecopi sobre el tema de marcas se emiten de forma escrita, con una resolución que se le hace llegar al solicitante. Pero Aldo se comunicó por teléfono con la persona que rechazó su marca para decirle lo que pensaba: “Es una ridiculez. Cuando usted está con su mujer tras cuatro paredes hace cochinada y media”.

“Tacachando” esa una franquicia de comida rápida que se vende en módulos. Actualmente hay 10 funcionando y están distribuidos en Minka, el Mall Aventura Plaza y el distrito de Lince.

−El país debería aprovechar las ideas de jóvenes como nosotros para desarrollar marcas−comenta Aldo. Tú sabes cómo está la comida peruana hoy en día. Si yo me voy donde Gastón, le toco la puerta de su casa −Aldo golpea su escritorio− y le digo: “Mira, hermano, esto hemos hecho hace siete años”, yo te aseguro que Gastón les diría a los de Indecopi: “Váyanse al carajo, patenten esto, está promocionando la comida peruana”.

Aldo viene preparando un spot publicitario para promocionar Tacachando en la televisión. Así espera que más gente quiera comprar la franquicia y que el número de módulos aumente.

−Voy a seguir con mi marca, me aprueben o no me aprueben−dice Aldo. No es requisito fundamental para desarrollar empresa en este país, patentar una marca en Indecopi. El requisito fundamental es pagar tus impuestos, y yo soy un tipo que paga sus impuestos. Al final yo me voy a reír de ellos. Le voy a mostrar a la gente con saco y corbata de Indecopi que está equivocada.

Más Datos:

• El de la Decisión 486 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena (Régimen Común sobre Propiedad Industrial), que aparece en Ley de Organización y Funciones de Indecopi, señala que no será registrado cualquier signo distintivo o marca que vulnere las buenas costumbres imperantes en la normal convivencia de la sociedad.

• El proceso para patentar una marca en Indecopi empieza con su publicación en el diario oficial El Peruano. Si en un plazo de 30 días nadie advierte que la marca en cuestión se trata de un plagio, la solicitud para la patente pasa a manos la Dirección de Signos Distintivos, que resuelve si la marca es o no apta para ser registrada.

• En caso se le niegue la patente al solicitante, éste puede apelar, y la decisión pasaría a segunda instancia con Comisión de Signos Distintivos. Si tanto la primera como la segunda instancia niegan la solicitud, el caso puede pasar a manos de la Sala de Propiedad Intelectual de Indecopi, que decide de forma inapelable.

• En opinión de Alfredo Maraví Contreras, catedrático con maestría en Derecho de la Propiedad Intelectual, está bien que se use el artículo 135 para impedir que se registren marcas que resulten exageradamente ofensivas, con insultos, pero no expresiones que sólo son poco elegantes.

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