Chávez y el cierre de los medios

Por: Manuel Alejos

Durante las primeras semanas del presente mes la prensa nacional y mundial se ha pronunciado una vez más contra el presidente venezolano Hugo Chávez. El motivo, esta vez, fue el cierre, por parte del Estado, de 34 radioemisoras que no cumplían con los requisitos legales para operar, además de la agresión perpetuada por parte de simpatizantes del gobierno hacia periodistas.

Algunos analistas venezolanos piensan que detrás de esta medida está el intento de Chávez por acaparar la prensa nacional y evitar comentarios que no sean de su agrado, manifestando una actitud antidemocrática en pro de la constitución socialista de Venezuela.

En un intento por seguir operando, CNB, circuito radial que tenía alcance nacional, y que perdió la licencia de cinco de sus emisoras, empezó a transmitir con altoparlantes desde una plaza en Caracas, mientras los periodistas realizaban acciones de protesta en diversas avenidas.

Luego de unos días del cierre de las radios, la Fiscal general de Venezuela presentó la iniciativa al congreso para poner en marcha la Ley de los delitos mediáticos, que considera como tal la publicación de una información “falsa”, “manipuladora”, o “tergiversada”, que cause “perjuicio a los intereses del Estado”, atente contra la “moral pública” o la “salud mental”. Esta ley incluye penas de cárcel para los periodistas.

La cadena opositora Globovisión está cerca de correr la misma suerte que las radios. El mismo presidente la calificó de un medio “conspirador” y de ejercer un“terrorismo mediático”. Ya en junio pasado, Chávez amenazó a Globovisión, asegurando que le quedaba poco tiempo en el aire si insistía en mantener una línea editorial opuesta al gobierno.

Sus instalaciones también fueron atacadas por los “chavistas”. En una ola de violencia que no cesa, se reportó, además, que periodistas que repartían volantes reclamando libertad de expresión fueron golpeados por las mismas personas.

Inmediatamente, algunas instituciones, como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), apoyaron a los medios venezolanos y condenaron las medidas del gobierno.