miércoles, 9 de septiembre de 2009

Mesa para tres

Por Alonso Pahuacho

Los problemas surgidos en torno a la salida soberana al mar de Bolivia han pasado de ser de simples negociaciones y propuestas, a convertirse en airados dimes y diretes entre mandatarios y cancilleres de los tres países implicados en vistas a cualquier futuro acuerdo. Tanto en Perú como en Bolivia, se han ido destruyendo los puentes que nos conectaban y que por motivos históricos, económicos y culturales siempre mantuvimos firmes y solidarios. Mientras Chile especula con la propuesta boliviana y desmiente las acusaciones provenientes del mismo Alan García, no parece que pueda encontrarse solución al clima de tensión en el corto plazo, al menos hasta que el fallo del Tribunal de la Haya sea conocido, no antes del 2012.


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Muchos criticaron al presidente Alan García cuando opinó que el tema del conflicto entre Perú, Bolivia y Chile también debería tratarse en la cumbre de UNASUR, celebrada el 29 de agosto último. Se dijo que García buscaba distraer la atención del tema principal de la agenda de la cumbre, el cual era la presencia de tropas norteamericanas en las bases militares colombianas, el que al final tomó preponderancia en Bariloche. Inclusive en una escala técnica rumbo a Argentina, el presidente de Ecuador Rafael Correo no descartó la posibilidad de convocar a una nueva cumbre para tratar ese tema, algo que luego fue descartado por voceros del Gobierno boliviano y por el canciller chileno Mariano Fernández.

No obstante, la cumbre pasó y si bien los ánimos se han tranquilizado un poco, el problema de trasfondo sigue allí: ¿Bolivia tendrá salida soberana al mar?, ¿será por territorio peruano, lo cual implicaría una consulta a nuestro país?, ¿existe la hipótesis de crear una especie de enclave en Antofagasta?, ¿cuál es la propuesta real chilena? Lo que si resulta claro e inobjetable es que mucho de lo que se decida en el futuro, dependerá de la decisión final de Tribunal de Justicia de la Corte de La Haya en lo que respecta al diferendo marítimo entre peruanos y chilenos, ¿porqué? Porque Evo Morales insiste en que la demanda del Perú perjudicaría a Bolivia.

“Bolivia no tiene acceso al mar, osea ¿Cómo va a estar afectado? Yo estoy de acuerdo en que un país como Bolivia debería de alguna manera tener acceso al mar, ya que alguna vez lo tuvo históricamente, pero en los acuerdos internacionales que el mismo Bolivia ha firmado renuncia al mar”, opina Óscar Vidarte, docente de la PUCP y experto en relaciones internacionales. Para Vidarte, cualquier decisión para que Bolivia salga al mar, dependerá de lo que Perú y Chile decidan, y eso se verá luego de la decisión de La Haya.

RELACIONES DEL PASADO

Sin embargo, pareciera ser que este clima de permanente tensión entre países “hermanos” es una situación reciente, circunstancial. Si uno se remonta cinco, hasta diez años atrás, si bien existían los conflictos, estos no se percibían de la misma forma como hoy, con declaraciones subidas de tono entre presidentes, llamadas a las cancillerías para las rectificaciones, etc. Para Farid Kahhat, internacionalista y docente de la PUCP la situación la resumió Alan García con una de sus intervenciones en UNASUR: “había habido más conflictos interestatales, no necesariamente conflictos armados, pero más conflictos de intereses en los últimos 5 años que en los años previos a la creación de UNASUR y la respuesta del presidente ecuatoriano fue que antes habían conflictos pero no había foros en los cuales discutirlos públicamente”.

Según el internacionalista, los problemas tienen que ver con que “también hay una transformación que tiene que ver con el cambio de alineamiento de algunos países de la región, fundamentalmente Venezuela que está en una ruta de colisión con la política norteamericana y Colombia que es principal aliado de EEUU en Sudamérica, de hecho el único aliado firme que tiene EEUU en Sudamérica”.

En este contexto basta imaginarse que sí hubo guerras como las que enfrentaron a nuestro país con Ecuador en la denominada Guerra del Cenepa en el año 1995 y otro tipo de tensiones; pero, como contextualizó Kahhat, no se discutían públicamente. No obstante, en años anteriores también hubieron inconvenientes, solo que no tanto con Bolivia sino con Chile, ahí las cosas no eran tan álgidas. “Esto que vemos entre Perú, Bolivia y Chile es parte de un dialogo entre 3 países que siempre ha sido muy parecido y al igual que hace 4 o 5 años cuando estábamos con Toledo. Cuando Toledo tenía problemas con Chile, buscó la alianza con Bolivia mediante la exportación del gas por el Perú y hubieron una serie de acuerdos entre ellos y que propusieron la declaración de un mercado común y todo para enfrentarse a Chile”, añade Vidarte.

EL PROBLEMA REAL

La cuestión gira en torno a sobre cuán realistas son las posibilidades de una salida soberana al mar de Bolivia. En declaraciones recientes, Evo Morales “presionó” nuevamente a La Moneda afirmando que espera una respuesta de la presidenta Bachellet luego de su breve reunión en UNASUR. Esto parece muy difícil de vaticinar, aún más cuando está sobre la mesa la demanda pendiente del Perú en La Haya. Lo interesante sería plantearse la pregunta ¿qué intereses podría tener el vecino país del sur en Bolivia para hacer ese canje?

“No creo que Chile pueda encontrar intereses muy importantes en Bolivia como para canjear o negociar una salida soberana al mar. Yo creo que si le ofrece algo, va a ofrecerle algo como lo que le dio Fujimori al gobierno boliviano de un salida bastante conveniente como sucedió en Ilo”, sostiene Vidarte. Para el analista, si bien ese acuerdo existe con el Perú, “podrían ampliarse las facultades de Bolivia en Chile, pero una salida soberana, eso es improbable”.

Pase lo que pase, pareciera ser que la solución está aún muy lejos de salir a flote. Con las constantes fricciones –cada vez que Morales o los cancilleres abren la boca- el clima de tensión se acentúa como un halo que se resiste a dejarnos libres. La política exterior peruana cae en el descrédito no solamente por su pasividad de los últimos años (la foto oficial de la UNASUR lo dijo todo: no estaba García), sino por este tipo de altercados que no hacen otra cosa más que hundirnos ante los ojos de nuestros vecinos. Solo queda esperar con calma y analizar a profundidad nuestras relaciones más cercanas, especialmente con los países que tenemos al lado, ya que justamente son esas relaciones las que están para quedarse y perdurar en el tiempo, queramos o no.

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