lunes, 28 de septiembre de 2009

Los MATADORes visitaron la "Ciudad Blanca"


Eran las once de la noche del último 29 de agosto en Arequipa, y el Jardín de la Cerveza Arequipeña abría sus puertas para recibir a un grupo de extravagantes argentinos que visitaban nuestro país después de un año: eran los Fabulosos Cadilacs, que pisaban la ciudad blanca para realizar un espectacular concierto.

Los gritos de la fanaticada sureña no se hicieron esperar cuando una fila de cincuentones ingresó al escenario de la cabeza de Gabriel Julio Fernández Capello, más conocido como Vicentico, quien iniciaba el concierto vistiendo un sastre negro y mostrando una seriedad impermeable en el rostro.

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Por más de cuarenta minutos los argentinos tocaron una tras otra, canciones de su último disco “La Luz del Ritmo”. Decidieron descansar un momento pero a los 5 minutos el escenario se iluminaba nuevamente esta vez, para disfrutar del tan esperado “Matador”, tema que les diera éxito y reconocimiento mundial hasta la actualidad.

A partir de ahí, la historia del concierto se escribió sola, o la podían describir los coros y la algarabía de los miles de fanáticos apostados esa noche. Pero el movimiento no era sólo fuera del escenario, en el backstage todo un grupo humano estaba atento a los detalles para atender las peticiones de los visitantes argentinos.

Aquí, doce comodísimos camerinos los esperaban, algo pocas veces visto, pues la costumbre es preparar como máximo un par de camerinos cuando se trata de un grupo grande de artistas.

Los “Ches” se pusieron exquisitos, exigieron que su espacio se mantenga muy aparte del de los demás artistas, y que nadie – absolutamente nadie- ose molestarlos. Exigentes resultaron los argentinos y eso que ya no están en su época dorada.

Entre otra de sus extravagancias pudimos observar un play station y dos televisores de 24 pulgadas, parece que estos cincuentones todavía tienen el alma de niño.

También pudimos observar un mini restaurante con cinco mesas y dos mozos quienes estaban a su total disposición. El menú, según nos informaron los organizadores, era bastante variado. Por un lado, el popular Vicentico había solicitado una lista bastante natural, con alimentos bajos en grasas y mucha fruta.

El resto de grupo también solicitó mucha fruta, además de un extenso bufet de comida variada. Pero lo más extraño fue que pidieron una casa para el mejor amigo del hombre, un perro. Definitivamente un integrante más del grupo.

12:30p.m. y el show llegó a su fin y los espectadores ya habían bailado al ritmo de sus más populares temas como “Mal Bicho”, “Vasos Vacíos”, “Carnal Toda La Vida”, por mencionar las más conocidas. Pero mientras las luces del escenario se apagaban, estos Fabulosos se alistaban para iniciar lo que sería su verdadera jornada nocturna.

El grupo entero y todo su staff se alistaban para un “after party” que se había preparado para ellos y los invitados que ellos escogieran cuál bufet del menú arequipeño más exquisito. Es así que los argentinos, se dieron el lujo de seleccionar a las más guapas arequipeñas e invitarlas a ser parte de su reunión detrás del escenario, en donde desfilaron al final de la puesta.

Sólo faltaba el popular Vicentico, quien según los organizadores, a penas terminó el show, salió disparado rumbo al aeropuerto para tomar su vuelo de regreso a Lima.

Muchos vibraron en la noche de estos excéntricos músicos, que al parecer disfrutaron más fuera que dentro del escenario ya que finalmente la mayoría del público arequipeño se quedó con la sensación de que a los “Ches” les faltó ponerle “rocoto” a su presentación, y es que si en algo se caracterizan en esta hermosa ciudad, es de no dejarse impresionar por cualquier foráneo.

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