domingo, 6 de diciembre de 2009

La Fuerza de Susana

La política como forma de vida en una de sus exponentes más reconocidas


Susana Villarán es una de las pocas mujeres que ha tenido una importante trascendencia en el ámbito público. No solo ha hecho política desde los partidos a los que ha pertenecido, sino también a través de la sociedad civil. Y de manera eficiente y ética. No sabe de denuncias o acusaciones, como muchos de sus colegas. Hoy, a puertas de una nueva etapa electoral, y sacándole el jugo a tantos años de experiencia en la difícil brega por construir un mejor país, se prepara para afrontar un nuevo reto: la alcaldía de Lima.

Por: Manuel Alejos

Susana María del Carmen Villarán de La Puente proviene de una marcada cuna política. Sus padres estaban directamente involucrados en ella; el hermano de su abuela, Hernando Lavalle, fue candidato a la Presidencia de la República en 1956 y, además, Manuel Pardo y Lavalle, familiar directo suyo, fue el primer presidente civil de Perú en 1872.

En la universidad estudió educación familiar, cuando se formaba como maestra de secundaria. Fuera de las aulas, participó en las escuelas obreras de la Universidad Nacional de Ingeniería y la Universidad Nacional Agraria La Molina, espacios donde se hacía política y al cual acudían estudiantes, trabajadores y campesinos. Siendo alumna libre en la Universidad Católica, en los años 67 y 68, acompañó el proceso del Frente Revolucionario de Estudiantes Socialistas, primera expresión de ese corte en dicha casa de estudios.

Luego de vivir un tiempo en Chile, regresó al Perú e ingresó, en 1976, al Partido Comunista Revolucionario. Un año después participó del paro organizado por la CGTP, en el que reclamaba aumento salarial y la no intervención en las universidades. Aquella manifestación fue significativa, pues ayudó a que se convocara la Asamblea Constituyente y se diera la transición a la democracia.

Villarán, dos años después, se retiró del partido.

En los años del terror

Ya en los ochentas, formó parte del exitoso partido Izquierda Unida, como independiente, acompañando al alcalde de la capital, Alfonso Barrantes. El gran aporte Villarán estuvo en la participación de la gestión del “Vaso de leche”, programa que proveía de desayuno a los niños de las zonas marginales de Lima.

Sendero Luminoso ya había empezado a operar y Villarán lo combatió desde la sociedad civil. A través del movimiento Perú, Vida y Paz, se enfrentó al grupo subversivo denunciando las violaciones de derechos humanos.

Después de los peores años que conociera el país, y con Abimael Guzmán en la cárcel, Susana Villarán integró el equipo de campaña de Javier Pérez de Cuellar a la Presidencia de la República como la Jefa de Oficina, en 1994.

Al término del proceso, volvió al ámbito civil para, desde la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, defender a los acusados injustamente por terrorismo, actuar en contra de las leyes de amnistía, salir a protestar con los estudiantes y luchar por la recuperación de la democracia.

La política descentralista

En el año de 1998 se forma el Partido por la Democracia Social (PDS) y Villarán se encargó de la Coordinación Nacional. Se trataba de un grupo político que tendría como lineamiento la integración equitativa del mercado, Estado y la sociedad.

En el 2000, Alberto Fujimori renuncia a la Presidencia de la República y Valentín Paniagua asume el mando del país durante ocho meses. En ese tiempo, Susana Villarán se desempeñó como Ministra de la Mujer, el cargo que más satisfacciones le ha dado como política. “Pertenecer a ese gabinete fue un privilegio porque se hicieron cosas muy importantes en materia de lucha contra la corrupción y pobreza, derechos humanos, transparencia, diálogo por la educación y propuesta por la reforma de la constitución”, afirma.

“Fue un gobierno que produjo tanto para el país y que tuvo tanta legitimidad […] Un hecho muy importante fue el trabajo del que fui partícipe con Fernando Rospigliosi, entre setiembre del 2001 y febrero del 2003, cuando se realiza el proceso de reestructuración y modernización de la policía”, apunta.

Con miras a las elecciones del 2006, el PDS, junto a agrupaciones políticas regionales como el Partido Humanista, Convergencia Regional Descentralista de Junín, el movimiento de integración regional Ancash Unido, y Ayllu, forman el bloque Concertación Descentralista (CD). La campaña presidencial fue un rotundo fracaso, pues CD ni siquiera logró pasar la valla electoral.

Pero, como considera Villarán, la derrota fue solo electoral, mas no política. “Hubo una gran apreciación de las propuestas, que fueron consideradas como las mejores. Sin embargo, los factores del fracaso se debieron a la falta de una mejor organización para lanzar la campaña –que duró solo tres meses-, los problemas internos, la falta de un trabajo más arraigado en comités provinciales y la falta de financiamiento”. Como ella lo sostiene, el dinero para solventar la campaña se gestó solo en base a los ingresos de los integrantes del partido, de amigos y de actividades. Además, también estaba el factor externo de la polarización, ya que los votos se concentraron en los candidatos líderes, con el fin de evitar el triunfo de Ollanta Humala.

Pero no todo salió mal. Varios de los partidos que integraban Concertación Descentralista lograron ser gobiernos regionales y provinciales: Convergencia Regional Descentralista en Junín, Nueva Amazonía en varias provincias de San Martín, Ayllu en Cusco, Acción y Desarrollo Regional de San Juan Bautista en Maynas y el mismo PDS en Cajamarca.

En octubre del 2007, se constituyó Fuerza Social, nuevamente un bloque político resultante de la unión de partidos regionales que venían conversando un año antes. De él es presidente Jesús Coronel Salirrosas, Presidente Regional de Cajamarca, y Villarán la primera vicepresidenta.



Elecciones 2011

A menos de dos meses para las próximas elecciones presidenciales, Susana Villarán no se duerme en sus laureles. Por lo pronto, está trabajando para ser la siguiente alcaldesa de Lima.

Hoy, en términos electorales, Fuerza Social está terminando el proceso de acopio de los comités provinciales a las formas existentes para la presentación del expediente ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). A fines de octubre se realizará el II Encuentro Nacional y la elección del candidato del partido para Lima. Susana está segura de ser la representante de Fuerza Social. Para alcanzar el objetivo, como dice ella, “Hay que ser transparentes, mostrar que las manos están limpias de polvo y de los vínculos con el narcotráfico, vínculos que no son pocos en la política”.

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